dimecres, 1 d’octubre del 2008

Sal

Lo tenía todo menos algo, y ese algo era lo que hacía que no pudiera funcionar NUNCA! Lo desequilibraba todo. Era una pequeña cosa, como si al cuerpo humano más completo y perfecto del mundo le faltara la sal, aparentemente insignificante. Ese cuerpo tan superior a todos los demás, tanto que nunca veràs otro igual, se muere sin ese mineral y no puedes hacer nada para evitar que se muera. Es frustrante.

Aún no sé qué era lo que le faltaba, pero lo hechó todo a perder. Destrozó la perfección hecha mujer.