dissabte, 13 de febrer del 2010

Rosers a mitja passa

Diuen que de l'odi a l'amor hi ha només una passa. Però pot ésser que de la confiança a la desconfiaça n'hi hagi, fins i tot, només mitja.

Confiar vol dir actuar sense pensar. Vol dir desfermar-nos el cinturó de seguretat. Vol dir tancar els ulls i fer-li al nostre cor, frenètic abans, la concesió de descansar per uns instants i abaixar el ritme de les agitades polsacions. Quan confiam volem dormir, passejar nus i menjar fraules amb nata. Estam tranquils perquè no ens sentim amenaçats per l'exterior, creim impossible que els llamps puguin atravessar les finestres de doble capa que acabam d'instal·lar convençuts de que és la millor troballa que hem fet mai abans.

Identificam una persona que confia perquè busseja fent la vertical i dorm de costat a una hamaca. La persona confia en diverses situacions, estones, persones... però tots ells en qualque moment trontollen. És en aquest instant que la persona que abans ballava al terrat es veu a ella mateixa burinar en un moviment que dista molt del que l'engronçava segons endarrere entre les olors de la ciutat. Es troba nua a una hamaca, sense cinturó de seguretat i la cara plena de nata. Vulnerable. Insegura.

La confiança es torna desconfiança en contemplar aquella imatge al mirall del temps. Es submergeix a un jardí de rosers ple de punxes. Ho fa per a que tot aquell que vulgui accedir-hi des de l'exterior topi amb les llances de la desconfiança i la supervivència, però alhora es troba presa a un laberint de pues i de verdor amb el que s'està picant a cada moviment que fa. Que li està fent vessar lentament totes i cadascuna de les gotes de sang que té al seu cos.

Perillosos, els rosers.

dijous, 12 de novembre del 2009

Cuando esperar se convierte en desesperar



Cuando esperar se convierte en desesperar es cuando notamos que el corazón nos empuja para salir a la vez que la mandíbula crece hacia arriba oprimiendo los temporales. Todo eso provoca una incomodidad tan grande que las venas se empiezan a dilatar, las uñas van hundiéndose involuntariamente en las palmas de las manos, nuestra propia respiración nos pasa a resultar molesta y soplamos. Soplamos para esparcir las moléculas de basura que nos rodean. Esas moléculas que no tienen nada que ver con nuestro estado pero a las que culpamos y escupimos para intentar así auyentar el amargo de nuestro paladar. Son moléculas con las que convivimos cuando esperamos, pero que se tornan extremadamente irritantes cuando desesperamos.

¿Deben desesperar también las moléculas de basura?

diumenge, 1 de novembre del 2009

La alienación 3

Alaistair Reid escribe en The New Yorker, pero va poco a Nueva York.
Él prefiere vivir en una perdida playa de la República Dominicana. En esa playa había desembarcado Cristobal Colón, algunos siglos antes, en una de sus excursiones al Japón, y desde aquellos tiempos nada ha cambiado.
De vez en cuando, el cartero asoma entre los árboles. El cartero viene doblado bajo la carga. Don Alaistair recibe montañas de correspondencia. Desde los Estado Unidos, lo bombardean las ofertas comerciales, folletos, catálogos, lujuriosas tentaciones de la civilización del consumoexhortando a comprar.
Una vez, entre mucho papelerío, llegó la propaganda de una máquina de remar. Don Alairstain la mostró a sus vecinos, los pescadores.
- ¿Bajo techo? ¿Se usa bajo techo?
Los pescadores no lo podían creer:
- ¿Sin agua? ¿Se rema sin agua?
No lo podían creer, no lo podían entender:
- ¿Y sin peces? ¿Y sin sol? ¿Y sin cielo?
Los pescadores dijeron a don Alairstain que ellos se levantaban cada noche, mucho antes del alba, y se metían mar adentro y echaban sus redes mientras el sol se alzaba en el horizonte, y que ésa era su vida, y que esa vida les gustaba, pero que remar era la única parte jodida de todo el asunto:
- Remar es lo único que odiamos - dijeron los pescadores.
Entonces don Alairstain les explicó que la máquina de remar servía para hacer gimnasia.
- ¿Para hacer qué?
- Gimnasia.
- ¡Ah! Y gimnasia, ¿qué es?


Eduardo Galeano.

dilluns, 12 d’octubre del 2009

Pásese usted por el corazón a ver qué encuentra

Muchas veces olvidamos de dónde venimos. Despreciamos, aquello que no significa algo en el presente obviando que fue muy importante en el pasado para construirnos en el hoy. La consolidación de nuestros personajes se debe a un proceso de aprendizaje que no ha de parar jamás, siempre en movimiento y cambio. No obstante, las grandes frustraciones o los grandes errores suelen llegar de la mano de la pérdida de perspectiva. Maquiavelo habla de la “astucia” como valor fundamental para aquel que quiera gobernar, pero también cree que basarse en la experiencia de los demás es fundamental para no volver a cometer los mismos errores. Y qué es vivir sino gobernar? Gobernarnos a nosotros mismos y conducirnos a lo largo de los caminos de la vida. Pero para eso siempre hay que tener muy claro algo: RECORDAR. Es un palabra mágica que proviene del latín re-cordis; significa “volver a pasar por el corazón”.

divendres, 18 de setembre del 2009

Que la vida te cambie

"Hay gente que pasa por la universidad pero la universidad no pasa por ellos". Ésta es una dicha aprendida de una persona a la que podría considerar mi segunda madre en funciones.

Sirve para plasmar muchas cosas, pero sobretodo sirve para darse cuenta de los cambios. Heráclito decía que no nos podemos bañar en un mismo río dos veces porque el agua ya no es la misma, la cabecera de este blog también hace referencia a este hecho... La mayoría de los cambios probablemente se caractericen por ser inesperados o, por lo menos, no voluntarios. Hacemos algo como tomarnos el café cada mañana a la misma hora, llamar a nuestra abuela cada jueves por la tarde, sostener que estamos a favor del aborto en cualquier caso, pensar que nuestro mundo tiene un orden y que nos gusta tal cual está... Y todo esto lo hacemos de manera mecánica hasta que una día ya no lo hacemos más. Tenemos que dejar el café por el estrés, nuestra abuela ya no está, nos damos cuenta de que no hay nada que no tenga matices y pasamos a valorar en qué casos no se puede permitir el aborto, vemos que el orden que antes nos gustaba tanto de nuestro mundo ahora nos parece tedioso y nos disponemos a revolverlo todo para ver qué otra combinación puede satisfacer nuestras actuales necesidades...

La vida está llena de cambios, porque es la vida la que nos cambia. Son las circunstancias que nos rodean las que nos modelan de una manera o de otra, creemos firmemente en una cosa hasta que nos damos un batacazo que nos cuesta un chichón y un diente. A veces - también hay que decirlo - nos puede costar algo más que un simple diente. Pero el mundo no se para para que aceptemos los cambios, nuestro entorno sigue rodando y tenemos que volver a meternos a empujones en él con nuestra nueva manera de concebir el aborto, bebiendo tilas en lugar de cafés, llamando a nuestra madre en vez de a nuestra abuela y acostumbrandonos a sentarnos donde ahora hemos colocado el sofá en la nueva disposición de nuestro mundo.

Ovidio escribió Las metamorfosis hace 2000 años. Hoy en día el cambio sigue siendo una obsesión para muchos. Hay adictos al cambio, són aquellos que lo fuerzan y llegan a lugares de donde no pueden regresar; también hay quien siente un miedo atroz al cambio y quiere conservar su "estabilidad" cueste lo que cueste y aunque tenga que renunciar a su libertad, felicidad o prosperidad por miedo a lo desconocido; finalmente también existe un sector que fluye en su propia vida y que sigue el va-y-ven de los batacazos, levantandose y volviendo a recolocar ese sofa que tantas veces ha movido de sitio en su mundo interior.

dimarts, 15 de setembre del 2009

Esquitxos




Asseguda a la vorera et veig passar una vegada darrera una altra per davant meu. Tanc els ulls sota aquesta pluja de tardor i et veig caminar... Te'n vas, tornes... Una gota em cau a la punta del nas. Silenci. Els arbres es mouen. Obro els ulls i ja no hi ets; inspir profundament apretant fort les parpelles i tornes a aparèixer. Em mires fixament. Voldria saber per què sempre somrius a l'infinitud però mai a mi?

M'agrada pensar en situacions així: a prop de tu i lluny de mi. Un cercle que mai es tanca i per on s'escolen tots aquests moments de la meva ment.

dijous, 27 d’agost del 2009

De vegades

De vegades se m'ha passat pel cap plantejar-me que realment tot allò que “sentim” sense que ens faci una punxada molt forta el cor no ho sentim de veritat. També se m'ha passat pel cap que pot ser les “convencions” arrasen el nostre ésser, distorsionen la nostra individualitat i ens homogeneïtzen amb tots els que ens envolten. Però quan dic “convencions” no em referesc a la manera de vestir, dirigir-se a la gent o comportar-se en públic. Em referesc als protocols d'estimar, a les paranoies de gelosies, a l'enlluernament per les coses materials que ens fan desplaçar les senzilleses que realment ens fan tocar bocinets de cel. Sovint acabam perdent-ho.